Los problemas más comunes de los monitores (y soluciones)

Mara Conde
Mara Conde

Muchos monitores tienen sus ventajas y sus inconvenientes, desde el más económico hasta el más caro. Pero en todos ellos hay fallos o problemas que son frecuentes y comunes. Algunos de estos fallos serán tan simples que posiblemente ni siquiera podamos referirnos a ellos realmente como fallos.

En el otro extremo podemos sufrir accidentes que supongan todo lo contrario como grietas a causa de golpes o distorsiones. Casos en los que no habrá ninguna opción más que la de tirar el monitor y hacernos con uno nuevo, puesto que el arreglo puede ser tan caro o más que el monitor. Sin embargo, entre medias también hay problemas que parecen complicados pero que tienen salvación. Vamos a explicar qué situaciones podemos encontrarnos y cuáles son las soluciones posibles.

1. El monitor no tiene señal.

Es alarmante no encontrar respuesta en un monitor, sobre todo si tiene poco tiempo o estábamos convencidos de que funcionaba perfectamente, pero no entres en pánico porque es posible que la solución sea más sencilla de lo que parece.

Posibles soluciones.

Esto seguramente significa que no está bien conectado o que todavía no has iniciado correctamente la sesión. Comprueba que los cables están en su sitio y bien conectados. Un estirón, un cambio o una limpieza que no recuerdas. Por muchas razones, es tan simple como revisar qué cable falla. Aunque todo parezca en orden, desconecta los cables y vuelve a ponerlos en su sitio para asegurarte. Además, asegúrate de no confundir el cable, cosa que puede ocurrir en un contexto de varias pantallas o equipos. HDMI 1 o 2, etcétera. Si usas un adaptador para cambiar de un tipo de conector a otro, comprueba que no esté causando problemas. Quítalo o cámbialo a otro equipo para descubrir si es el causante de todo.

Tal vez se trate de una falta de actualizar los controladores. Accede a la configuración de las pantallas para asegurarte de que no hay nada pendiente.

2. El monitor muestra una imagen distorsionada

En ocasiones puede ocurrir que la imagen se muestra, pero de forma visiblemente deformada. En caso de tener dos monitores y que sólo ocurra en uno, es posible que se trate de un problema de hardware de ese monitor concreto, pero veámoslo.

Posibles soluciones:

Asegúrate de que el monitor está bien conectado. De nuevo, aconsejamos la rutina de revisar los cables y los distintos puertos para asegurarnos de que no se trata de un fallo básico. Limpia los puertos antes de conectarlos, sobre todo si esto sucede después de tiempo sin haber utilizado este monitor.

Compra un cable nuevo para el monitor. Si el cable tiene mucho tiempo es posible que se trate del paso del tiempo y que tu cable se haya roto o deformado. Además, ten en cuenta, a la hora de adquirir uno nuevo, que, aunque pensemos que un cable largo es mejor para ir sueltos a la hora de instalarlo, debemos conseguir un cable corto con tal que nos permita conectarlo sin tensión, pero sin que sea excesivamente largo, porque cuanto más tiempo tarde en transmitirse la información del segundo monitor, mayor es la posibilidad de que otro elemento interfiera.

Por último, como aconsejábamos antes, si utilizas adaptadores, intenta el proceso sin ellos o téstalos en otro equipo para restar posibilidades y acabar acotando el problema.

3. Modo de muestra en dos pantallas

Puede que tu problema no sea que funcione mal uno de los monitores, sino que no hayas podido establecer la configuración adecuada.

Posibles soluciones:

Hay formas diferentes de configurar dos pantallas. Duplicar es la forma predeterminada, por lo que quizá quieras cambiarlo para extender el monitor principal a modo de una gran pantalla para realizar actividades diferentes.

Pulsa la tecla de inicio+P para abrir el menú. Luego selecciona la opción Extender. Si no te aclaras con los atajos, también puedes acceder siguiendo estos pasos: Click en el botón derecho del escritorio> Configuración de pantalla. Selecciona el monitor secundario en el nuevo panel. Ahora, verás que un marco te indica que la pantalla segunda está seleccionada. Selecciona Extender y usa el ratón para comprobar que se desplaza de un monitor a otro. Enhorabuena, has conseguido cambiar la configuración.

4. Píxeles muertos

Tal vez te haya percatado de que hay unas manchas extrañas en pequeñas partes de la pantalla. Si tratas de limpiarla y descubres que no es un problema de suciedad, posiblemente te encuentres con esta mala noticia: píxeles muertos, es decir, diminutas zonas de tu pantalla que se han apagado.

Posibles soluciones:

Los píxeles pueden empezar a fallar al cabo de un tiempo en las pantallas LED. La mala noticia es que los pixeles muertos no suelen tener solución. Sin embargo, no pierdes nada por realizar ciertas comprobaciones antes de tirar la toalla.

Apaga el equipo y limpia con un trapo de microfibra la pantalla aplicando algo de presión sobre la zona en la que están presentes el píxel o los píxeles muertos. Hazlo con suavidad y sólo donde estén los afectados. Manteniendo esta presión, vuelve a encender el ordenador y con él, también el monitor. Cuando se haya encendido, retira la mano. Puede que hayas tenido suerte y con este pequeño truco hayas solucionado el problema. La solución consiste en permitir que el líquido del interior de la pantalla se extienda y permita volver a funcionar a los píxeles disfuncionales.

5. La pantalla parpadea

Es un problema habitual. Puede tratarse de un problema de defecto en el cableado o que tristemente sea un defecto interior de la pantalla.

Posibles soluciones:

Comprueba que los cables estén en su sitio, limpios y bien conectados. Vuelve a conectarlos desde cero para asegurarte. Comprueba también que los tornillos de la pantalla están bien apretados, dado que la vibración de diversas fuentes podría afectar a la visualización de la pantalla y a los elementos del interior.

Cambia los cables si están viejos o dañados. Compruébalos en otro equipo para estar seguro si tienes esa opción.

Puede que la frecuencia sea diferente a la adecuada. Comprueba a este posible causante del parpadeo en Configuración> Propiedades del adaptador de pantalla> Monitor y realiza los ajustes pertinentes. Generalmente, los monitores LCD utilizan 60 hertzios, pero puede que encuentres otras opciones.

Si nada de esto ha funcionado, puede que debas llevarlo al servicio técnico o contactar con la marca.

6. Suena un zumbido

Este fallo puede ir de la mano de un nivel de brillo bajo. Estos síntomas indican que hay un error en relación a la luz de fondo del monitor. Este tipo de problemas con la luz de fondo están presentes sobre todo en monitores LED.

Posibles soluciones:

Para solucionar este problema, seguramente sea suficiente con subir el nivel de brillo, aunque seguramente, y lo mejor a largo plazo, sea arreglar en el servicio técnico el fallo o reemplazar directamente el monitor.

7. El monitor presenta grietas y manchas negras

Como comprenderás, este problema es el que tiene peor solución. Es posible que hayas experimentado antes la frustración que provoca que se rompa una pantalla debido a algún accidente estúpido sin que puedas hacer nada.

Posibles soluciones:

Efectivamente, se trata de un problema prácticamente físico e irremediable. Puede que puedas reemplazar la pantalla en algunos casos, pero casi siempre lo más fácil es optar por el reemplazo total del monitor y hacerte con uno nuevo.