Los problemas más comunes de la Xbox One

Diego Gallego
Diego Gallego

Esta consola sigue siendo una de las consolas más queridas por los jugadores, por lo que sigue siendo muy utilizada pese a la novedosa salida al mercado de Series X y S. Los problemas, por tanto, siguen necesitando soluciones y pese a las actualizaciones de Microsoft, podemos seguir encontrando problemas y dudas al respecto. Vamos a ver los errores más comunes de Xbox One y cómo podemos solucionarlos.

1. La unidad de disco emite un sonido

Si oímos un sonido extraño en nuestra consola, no debemos preocuparnos demasiado. El disco en principio no corre peligro. Si tienes este problema, oirás que el disco, al salir, provoca un ruido. Es posible que a esto lo acompañe un mensaje de error diciendo que no se puede reproducir el disco.

Posibles soluciones:

Si la consola es nueva y te ocurre esto sin accidentes previos, Microsoft permite el reemplazo de la consola. Si no es nueva y no tienes la garantía, puedes intentar arreglarlo tú, pero necesitarás algún mínimo conocimiento sobre unidades ópticas. De todas formas, si tuvieses garantía y quieres hacerlo, debes saber que la perderías.

Eso sí, el reemplazo puede que no sea rápido en los tiempos actuales de falta de materias primas y cuellos de botella en las mercancías marítimas. A cambio, Microsoft ofrece compensaciones como la devolución del dinero o juegos gratis.

2. Xbox One se atasca al iniciarse

Si enciendes tu consola aparecerá una pantalla con el logo de la marca y un fondo verde. Si la consola no avanza de esta fase, estás atrapado. Es un error habitual en las Xbox One. Si esperas unos minutos y ves que no pasa nada, veamos qué podemos hacer.

Posibles soluciones:

Deberás realizar una restauración completa de la consola. Por lo que, aunque tendrás los datos guardados en la nube, ten en cuenta que deberás reinstalar los juegos. Si no tienes servicio de almacenamiento en la nube, puedes apretar durante 10 segundos el botón de encendido para, si consigues entrar, sincronizar tus datos.

Si necesitas el reinicio completo, apaga la Xbox One pulsando y manteniendo durante 10 segundos el botón de encendido. Pulsa el botón de sincronización, el de expulsar disco y el de Xbox. Espera hasta que escuches dos pitidos, lo que tardará alrededor de otros 10 segundos. Aparecerá una pantalla con un menú donde podrás restaurar el sistema. En el caso de la Xbox One S, no hará falta el botón de expulsar.

3. Xbox One no se enciende

Si el problema es que directamente la consola no se llega a encender, deberías realizar otras comprobaciones. Si el problema es que se enciende, pero se vuelve a apagar al cabo de poco tiempo, puede que el sistema sufra un fallo de hardware.

Posibles soluciones:

Comprueba que todos los cables y conectores estén en buen estado, sin suciedad y bien conectados en las ranuras correctas. Comprueba también, si tienes la oportunidad, que los cables funcionan en otros dispositivos compatibles o consolas Xbox, para asegurarte de que el problema no es de estos. Haz lo mismo con los conectores de la consola afectada y prueba otros cables si tienes la opción.

Otro paso importante es asegurarte de que funcione específicamente la fuente de alimentación. Si la luz de la fuente es de color blanca o naranja, no es un problema de esta. Sin embargo, si la luz parpadeara o directamente no apareciese (estando conectada) deberás reemplazar el componente.

Pero antes de cambiarlo, asegúrate de que no se trata de un problema de la toma de corriente. Conecta otro dispositivo para comprobarlo. Además, si todo funciona correctamente, tal vez se trate de un fallo interno de la Xbox, por lo que quizá debas reemplazarla.

4. No es posible actualizar el dispositivo

En ocasiones debemos esperar a que el sistema instale actualizaciones automáticas necesarias para la consola. Un fallo reportado frecuentemente por los usuarios indica que esta actualización se atasca y no se puede hacer nada para que continúe o se cancele.

Posibles soluciones:

Como las causas pueden ser varias, deberás realizar varias comprobaciones. Para empezar, lo más posible y lo más fácil de solucionar es que se trate de tu conexión a internet. Comprueba que todo esté conectado y que no haya habido ningún contratiempo con cables o conectores, conexión de la red o el estado actual de tu red por parte de tu compañía, dado que puede haber habido una caída del servicio temporal.

También es posible que el problema esté en la red de Microsoft. Si muchos usuarios están actualizando al mismo tiempo, esto puede provocar un parón o una descarga más lenta. Lo mejor que puedes hacer en este punto es esperar unas horas antes de volver a intentarlo para ahorrarte frustraciones.

Para comprobar la conexión a la red si no estás seguro del problema, prueba a conectar tu Xbox por cable. Si el problema persiste, aprieta el botón de encendido y mantenlo durante 5 segundos. Entonces, cuando se apague, desconecta todos los componentes y espera un minuto, Vuelve a conectar y a encender la consola para comprobar si el problema se repite.

Si este percance se repite pese a volver a hacer estos pasos y dejar unas horas de por medio, comprueba que Xbox no te esté señalando el código de error específico. Si lo hay, búscalo en internet para tratar de encontrar una solución más específica. Si nada ha funcionado, deberás contactar con Microsoft.

5. La consola se apaga sin causa aparente

Si la consola se apaga, puede deberse a varias causas.

Posibles soluciones:

Una de las causas posibles de que la consola se apague repentinamente es el calor o la mala ventilación. En ese caso deberías ser notificado por tu consola con un mensaje de error advirtiéndote. Comprueba que el sistema de ventilado de la consola funciona correctamente y que esté limpio. Estudia el lugar en el que tienes instalada la Xbox. Necesita un espacio abierto lo suficientemente amplio para que la ventilación haga su trabajo y permita que el sistema se refrigere. Si está colocada en algún hueco pequeño, esto jugará en contra de que el calor se disipe lo suficientemente rápido. Antes de volver a encender la consola, espera el tiempo suficiente para que se enfríe del todo.

Comprueba también, sobre todo si no hay error de ventilación aparente, que la fuente de alimentación muestre una luz blanca o naranja y que no parpadee o se apague. Si este es el caso, el problema es la fuente de alimentación o el enchufe en el que tienes conectada la Xbox. Conecta otro dispositivo en el mismo enchufe para comprobar si devuelve fallos intermitentes para asegurarte de que no sea problema de la instalación eléctrica.

Hay otra opción simple que deberías comprobar, y es el apagado automático de la consola. Ve a la configuración y en el menú de Encender y suministrar elige Apagar después. Ahí verás la opción de No apagar automáticamente.

6. Problemas de sonido

Es posible que experimentes fallos o problemas con el audio en los juegos. Afortunadamente, esto no suele estar relacionado con fallos de hardware, por lo que veamos qué comprobaciones podemos hacer.

Posibles soluciones:

Para comprobar si se trata de problemas con la configuración o las conexiones, haz lo siguiente. Ve a la configuración> Pantalla y sonido. Elige Estéreo sin comprimir si desconoces la opción más apropiada.

Si no se trataba de la configuración, es momento de asegurarte de que las conexiones estén bien. Desenchufa y observa si hay daños o algún componente está sucio. Si todo está en orden, prueba a conectar otros dispositivos con los mismos cables para asegurarte de que no es problema interno del cableado. Si falla, deberás reemplazarlo. Si pese al cambio por uno nuevo el problema persiste, tal vez se trate de un problema de la consola. Ponte en contacto con Microsoft.

7. La resolución en pantalla no es óptima

Si se trata de un problema con la resolución en los juegos, puede ser un problema de la detección de la resolución con el televisor.

Posibles soluciones:

Ve al menú> Pantalla y sonido> Resolución de TV. Elige la resolución. Luego, en el televisor, si existe la posibilidad, comprueba que esté actualizado.  Comprueba las actualizaciones de firmware y que la resolución sea la adecuada. Finalmente, si esto no ha solucionado el problema, prueba a cambiar el cable HDMI por otro, por si se tratase de un fallo de este si has comprobado que los conectores están limpios y que el cable está bien conectado.

8. No puedes sincronizar los mandos

Los mandos inalámbricos son muy cómodos, y más si hablamos de los de Microsoft. No obstante, puede haber problemas con la señal.

Posibles soluciones:

Comprueba de que los controladores estén al día y que los mandos tengan batería suficiente. Si después de reiniciar persiste el problema y la distancia entre la consola y los mandos no es el problema (comprueba que las dos luces infrarrojas no se enciendan), reinicia la consola. Si tras reiniciar el mando no se conecta, es posible que el dispositivo haya sufrido algún daño.